THE LOOP & THE BORING COMPANY : ELON MUSK

El año pasado, Elon Musk compartía una nueva idea con el resto de la sociedad a través de Twitter mientras se encontraba en uno de los múltiples atascos diarios de Los Ángeles (EE.UU.). Su próximo objetivo era crear, a través de The Boring Company, una red de túneles subterráneos que descongestionaran el tráfico de la ciudad, cuyo nombre sería ‘The Loop’.


Parecía otra de sus locuras, pero lo hizo. Los Ángeles sería la ciudad idónea para llevar a cabo este proyecto, cuyo objetivo era reducir los atascos y acelerar el tiempo para recorrer distancias mediante la creación de túneles en el subsuelo. La ciudad le dio su aprobación para ponerse en marcha. Según el propio Musk, no se trata de replicar las carreteras de la superficie, sino que los túneles funcionen como Hyperloop, recogiendo a los individuos en el subsuelo de su casa y llevándoles a sus trabajos.

¿Cómo funciona? Los coches son transportados por plataformas que van sobre vías, tal y como funcionan los trenes o líneas de metro. Para bajar hay que dirigirse a los ascensores, integrados en las plataformas, que se encargarán de llevarnos a la dirección seleccionada a una velocidad de hasta 200 km/h. ¿Quién no querría esto en su ciudad?


Elon Musk ha dado a conocer por su cuenta de Twitter la fecha de apertura del primer túnel subterráneo: 10 de diciembre de este mismo año. ¿Será real la fecha o tendremos que esperar algo más para verlo en funcionamiento?

Ya es leyenda confirmada que cuando a Elon Musk se le mete algo entre ceja y ceja, no puede parar hasta lograrlo. Así ha ocurrido con exitosas empresas como PayPal, Tesla o SpaceX. En mayor o menor medida, todas ellas han sido disruptoras en mercados bastante estancados después de muchos años, como por ejemplo era la exploración espacial privada, que parece que puede ser la que nos lleve a Marte por primera vez. Con objetivos más mundanos tiene a The Boring Company, una empresa tuneladora encargada de agregar una capa más de transporte a las ciudades.

La primera imagen del resultado de la acción de esta nueva compañía tiene lugar en Los Angeles, cuyas autoridades dieron la autorización para iniciar la obra en agosto. La capa añadida de The Boring Company no sólo sería útil para que sobre sus vías queden alojadas cápsulas de Hyperloop, que parece un proyecto a largo plazo con multitud de retos por delante. Lo verdaderamente interesante parece el sistema con el que se evitaría congestión en las grandes ciudades.


Si tienes un coche y tu objetivo es llegar a un punto B de la ciudad con mayor celeridad de lo normal, o te diriges a punto lejano que no requiere callejear, el proyecto para tomar los coches de las superficies y llevarlos a una gran autovía subterránea parece ideal. No rompería la forma actual de las ciudades, aunque eso no es algo intrínsecamente malo, y permitiría que las carreteras de estas quedaran para trayectos cortos, con los que requiriesen más velocidad discurriendo bajo tierra.


Para luchar con la seguridad y el consumo energético, los coches serían movidos por plataformas sobre vías, funcionando como un sistema de ferrocarril o metro. Para bajar basta con llegar a uno de los ascensores, integrados en el sistema de plataformas, que automáticamente se encargarían de llevarnos en la dirección correcta. Al acabar, el trayecto inverso es similar; la plataforma lleva al coche a la parte superior de la ciudad, donde queda libre de circular por calles convencionales.


Con todo esto, y el avance que Elon Musk está haciendo en los túneles con The Boring Company, quizá este nuevo sistema de transporte no tarde tanto en llegar como a priori se pensaba, y es que la solución es realmente conveniente.

En la actualidad, The Boring Company, su compañía de túneles, se ha visto forzada a cancelar la construcción de su primer túnel de pruebas de gran tamaño bajo la ciudad de Los Ángeles, por una demanda relacionada a protección ambiental.

Todo comenzó, como suele ser el caso en lo que concierne a Elon Musk, con un tweet.

En ese mensaje Musk, frustrado, imaginaba lo ideal que sería la ciudad de Los Ángeles si existieran túneles para circular más rápido y evitar el congestionado tráfico de la superficie. Meses más tarde, The Boring Company ya estaba probando sus máquinas para cavar túneles bajo el estacionamiento de la sede de otra de sus compañías en la ciudad.

Musk contaba con la bendición de las autoridades de la ciudad, por lo que le permitieron saltarse un examen preliminar ambiental y comenzar a cavar de una vez su proyecto, el túnel bajo la autopista 405. Sin embargo, un grupo de residentes de la zona lo ha demandado por, según alegan, violar leyes estatales de protección ambiental.



El grupo se basa en el hecho de que el túnel de la 405 es parte de un sistema de túneles que The Boring Company presentó hace un año, y las leyes del estado de California prohíben que se aprueben individualmente partes de un proyecto más grande. El grupo asegura que “las leyes e inspecciones de protección ambiental no deberían ser evadidas dividiendo un proyecto enorme en pequeñas partes que parecen no tener impacto ambiental de manera individual”.



The Boring Company, en declaraciones a NBC News, anunció que la compañía había llegado a un acuerdo con lo demandantes previo a juicio, en el cual han decidido cancelar la construcción del túnel de prueba “Sepulveda”, bajo la autopista 405. En cambio, construirán otro bajo el estadio Dodger de béisbol, el cual espera conectar una estación del subterráneo con el estadio. [NBC News vía TechCrunch]

El Lanzallamas de Elon Musk

“¡Merchandising! ¡El dinero de verdad viene del merchandising!”. La frase es de la película Spaceballs, una parodia de Star Wars. En una escena mítica, Yogurt repasa los productos que tiene a la venta: “Spaceballs, la camiseta; Spaceballs, el libro para colorear; Spaceballs, el lanzallamas... A los niños les encanta este”.

Elon Musk tuiteó sobre la misma escena hace ya dos meses, cuando se dedicaba a vender gorras de The Boring Company para financiar los túneles que está excavando bajo Los Ángeles. Lo que ocurrió después no te sorprenderá: con el amparo de Musk, la compañía ha empezado a vender su propio lanzallamas.

En realidad es más parecido a un soplete que a un auténtico lanzallamas, pero está diseñado como si fuera una Unidad Incineradora de la saga Alien. Y aunque fuera un lanzallamas de verdad, resulta que estos son legales en 48 estados (todos menos California y Maryland), por lo que fabricarlos y ponerlos a la venta como merchandising tampoco suerna tan descabellado (menos aún si te llamas Elon Musk y eres el tipo que quiere mandar su coche a la órbita de Marte).

El lanzallamas de edición limitada de The Boring Company se puede reservar por 500 dólares + impuestos + gastos de envío. Había 20.000 unidades y ya se han vendido 7000, lo que significa que Musk ha recaudado 3,5 millones de dólares en un solo día con una idea que sacó de una película paródica de 1987.


Y eso no es todo. The Boring Company ofrece un extintor de incendios oficial junto al lanzallamas por 30 dólares adicionales. Lo venden así: “¡Compre un extintor excesivamente caro! Estamos seguros de que puede encontrar uno más barato, pero este viene con una pegatina genial y el botón justo arriba”.

Las descripciones del lanzallamas también llevan un toque del retorcido sentido del humor de Elon Musk. “Viene bien para tostar nueces”, escribió el propio Musk en Instagram. “Quiero dejar claro que un lanzallamas es una idea terrible”, añadió. “No deberías comprarlo, a menos que te guste pasarlo bien”.



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